10.5.10

Trimestres



















Autorretrato del libro  pictórico
Holismo



Esta es mi verdadera historia:

ayer,
en gestación, mi sueño comprendió la voluntad de ser,
creó esquemas, y sistemas prescindiendo de cognición.

Avanzando en manifestaciones,
maravillosamente hecha,
de un zigoto velado,
el Ruah de Dios,
me conmovió a mi iris.

Salí cuerpo de cuerpo,
de entre las profundas aguas del éxtasis.

De la generosa, benevolente Ruah,
¡cada célula en mi gozó ser!

Eso fue ayer,
después me inyectaron
con versos profanos,
me hicieron creer
que no eran mías mis manos.

Eso fue ayer.


©ERA
E. Roxane Aristy

9.5.10

RECUÉRDAME

  

 No tienes idea de cómo he buscado un regalo para darte. Nada me parecía adecuado.

Cuál es el caso de traerle oro a una mina de oro,
O agua al océano.
Todo cuanto se me ocurrió era como llevarle especies al Oriente.

No es bueno darte mi corazón y mi alma porque ya tienes lo tuyo propio..

De modo que te traje un espejo.

Mirate a tí y recuérdame.*


Rumi ( Poeta Sufi)



Si llegara realmente a saber el ancho
el largo
el peso
la profundidad de las venas.

Si conociera el código y aplicación de los genes,
y pudiera eliminar las enfermedades,
si en verdad dejara de alimentarlas,
y capitalizar de ellas,
y tuviera así que enviar colonias a vivir
en naves por los espacios,
y no tengo amor,
nada he logrado,
nada soy.

Si tuviera el don de la poesía,
y escribiera mil versos al amor sensual,
a las delicias de la ternura,
y no fuera a la casa en luto,
yo no tengo amor.

Si hablara el lenguaje de los ángeles,
y entendiera la matemática pura,
y no me dignara a escuchar al niño,
al loco, al tartamudo,
en especial, al hombre duro,
en mi no hay don.

Si diera todo cuanto tengo,
y me fuera a contemplar la existencia,
y en efecto abandonara todo cuanto conozco,
todos mis bienes,
si verdaderamente diera la espalda
a las demandas de mi vanidad,
y al cabo de un tiempo,
regresara sabio,
y no abrazara a toda gente
que encuentre en el camino,
si no les besara la frente,
no me tengo a sí,
no puedo dar de mí,
en mi no hay amor.

Si en la rutina del día,
no bendijera desde el insecto
que revolotea en la luz,
hasta la sabandija escondida
en húmedas y oscuras hendiduras,
en mi no hay visión.


E. R. Aristy



•     Una traducción mía no official. E.R. Aristy
•       Este poema es basado en 1Corintios , Los dones del espiritu

















El libro de las manos















Grabado sublime en los códigos de nuestras células,
en la esfera que sostiene el niño.

El libro deshoja el grávido genocidio,
la realidad y el sueño de la vida,
rompen la placenta, y nos hacen videntes.

Las frases célebres
huyen como un tul de novia,
se enredan en los picos de las estrellas,
y se hacen números,
ecuaciones de pájaros
que han perdido su radar.

Penetran vértices al cielo de la boca,
son cúspides, flechas, anzuelos ,
versos perversos.

Cortan las cuerdas vocales,
la voluntad de los timbres.

La fuerza del odio accidenta,
contunde, y forma una protuberante verdad.

La historia se encuaderna para los que leen palabras,
y no hay palabras en la verdad de hoy.

Queda el testimonio grabado
en la sangre, con sangre.

Afán de condensar el compendioso sueño
en hojas que arden como lenguas de fuego,
su historia se escapa ácida,
y corroe la piedra que llegamos a ser.

Los libros,su masturbada manía de abrirse,
como la verdad.

Extraordinario reparto,
aovado en las manos de los humildes,
nosotros, los que en carencia,
nos llenamos la boca con una oración.


E. Roxane Aristy

Ímpetu del hombre extremo














Iraq War


Un día tranquilo,
sin nube que lo atraviese,
azul, redondo,
en cierta forma, indiferente,
a las peripecias del hombre.

Un día en el sur,
estirándose al sol,
huyendo de la hoz del invierno,
del agudo aullar del tren
camino a Wall Street.

Una mano nerviosa presiona el 911,
el nueve once,
su impresión traspasa la médula.

Escena infranqueable,
como si el toro de bronce,
que embosca a la Broadway,
hubiera cobrado vida,
toda LoMa emblanqueció
de terror con el bramido del odio,
con la brizna de todas las páginas de la historia,
hechas trizas.

Lectura dolorosa entre los escombros
de 2,995 vidas perdidas.

Lectura emblemática,
codificada, numerada,
como un pasaje bíblico,
llenándonos de perplejidad.

Casi nueve años después, el problema persiste,
se especula el problema:
el problema es el fundamentalismo
el problema es la seguridad
el problema es la incertidumbre
el problema es de color negro
el problema es la lealtad de los seguidores
el problema es la deslealtad de los líderes
el problema es el terrorismo
el problema es la sugestión
el problema es la percepción
el problema es el odio
el problema mide 0,9 km2
el problema es la intencionalidad
el problema es el hombre extremo
el problema es la explotación de la paz.


E. Roxane Aristy



LoMa: : Lower Manhattan. Financial District.

Hora Insepulta



















The Present
Rene Magritte




Hora insepulta,
entumecida,
expuesta a la inclemencia del sol.

Cráter inane por donde cae
tu holocausto de lunas,
tu finitud doliente,
rasgando,
arrastrando el manto
de metafísica textura,
en la noche del lamento.

La sangre es un río
caudaloso y fosforescente,
que se apaga a simple vista,
entre los istmos de la inconciencia.

Hora de cruces inmemoriales,

de concreciones,
y centrífugos torbellinos,
¿qué proyectas?

Preponderante, volátil ola de desconciertos,
se desangran las manos
agarradas a las barras de tu trapecio.

Hora de cuarzo,
precisando el pulso,
induciendo contráctil
-desde el prisma de sus recesos-
la dilatación de la era del desvelo.

Una emergente verdad nos necesita.


E. Roxane Aristy

PAX













Bajo el manto astral de mi nacimiento, tiemblo.
Mi fiebre es alta,
mi irreverencia al sacerdocio de la paz, resoluta.

“Una paz a la vez”,
dicen en las mesas redondas,
y civilizadamente se sientan hombro con hombro.

El mercado
es menos formal,
la gente va a realizar diligencias
propias de la vida cotidiana,
a hacer sus menesteres.

La gente deambula, coexiste pacíficamente,
con el entendimiento mordaz,
de las cosas que esclavizan.

La presencia militar crea una falsa seguridad,
"el lobo,el loboooo",
increíble como parezca,
la gente se acostumbra a casi todo,
menos a la impiedad de Dios.

Si explotara la fe de alguno en medio de la plaza,
las palomas retornarían igual de ansiosas por sus migas.

Esa religiosidad inapetente del luto y la zozobra,
enervante, más allá de lo que la prensa imprima,
puja, una masacrada verdad.
Las candorosas preguntas que suelen hacer los niños,
son las que no cesan de iluminarme:

˝No, tonto,
mamá, ¿verdá que las bombas que hace dios no duelen? ˝


E. Roxane Aristy

Teatro




















A Ezequiel

 ¡Oh, rodaje!,
inaprensible desidia que nos traga vivos,
perpetua guirnalda que se lanza encendida a la oscuridad.

El escenario espera:

Aparecemos
envueltos en carne,
¿qué mano nos arrebató de entre las piernas del paraíso
y nos depositó a las puertas de un templo oscuro
sobre el quicio frío?

La religión es el miedo,
su liturgia de duda nos insta a abrir fuego,
a llevar al juicio directamente al matadero de los presentimientos,
a leer sombras que se reflejan en las paredes.

¡No, no hay paz ni desciframiento
en las flotas que cunden al tiempo!

Endémica crisis
en el trajinar del mundo,
una causa en los pies,
representando la hazaña de dar unos cuantos pasos,
y sin embargo,
la obra acaba de empezar.

E. R. Aristy
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