Llevar el corazón a hundir su nave en medio de la tarde.
-Soñar-
El tiempo avanza insomne,
atraviesa indiscriminadamente,
los pasadizos, sube y baja,
sus escaleras infinitas.
Llega al final del intersticio,
y se filtra por la mácula sana,
por la invidente pupila,
en completa posesión del ayer,
del desandar de los sueños.
Los eventos del corazón marcan el tiempo,
crean el inaudito semblante de esta hora injerta, insípida,
sin sueños.
E. Roxane Aristy
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